El miedo es una respuesta adaptativa que nos sirve para alejarnos de situaciones que podrían poner en peligro nuestras vidas. Por lo tanto, desde la psicología no intentamos erradicarlo, sino mantenerlo a raya para que no se torne un miedo paralizador, ya que cuando el miedo adopta este cariz, nos apartamos de nuestros intereses y nuestra vida se estanca. Y una vida que entra en pausa, es una vida que comienza su caída libre.
A continuación, te daremos a conocer las estrategias que han probado una alta efectividad cuando se trata deaprender a vivir sin miedo.
Estrategias para aprender a vivir sin miedo
Las siguientes estrategias han sido desarrolladas para facilitarnos el camino hacia una vida plena y libre de miedos innecesarios. Ponlas en práctica para quitar los pensamientos sombríos de tu mente y así elevar tu calidad de vida.
Acepta el miedo
El miedo es nuestro aliado. Gracias a él podemos mantenernos alejados de los peligros que nos acechan cuando menos los esperamos. Por lo tanto, es normal sentir miedo antes de cambiar de trabajo, antes de terminar una relación y antes de mudarnos de ciudad, porque el miedo es una alerta interna que nos advierte que las cosas pueden no salir como queremos.
Por ello es tan importante aceptar nuestros miedos. En primer lugar, nos ayudan a permanecer alerta ante los imprevistos, y en segundo lugar es necesario aceptarlos para afrontarlos.
Míralo de frente y afróntalo
Una señal infalible de que es hora de afrontar nuestros temores es cuando notamos que la preocupación ha ganado un importante terreno. La preocupación es uno de los sentimientos más tramposos que pueden instalarse en nosotros, ya que, al experimentarla, nuestra mente se siente tan abrumada que nos transmite la señal de que estamos haciendo algo para resolver el asunto que nos preocupa.
Sin embargo, lo único que en verdad estamos haciendo es agotar nuestras energías en darle vueltas en nuestra mente al asunto, en vez de detener ese flujo de pensamientos catastróficos para dedicarnos a elaborar una estrategia que nos permita resolver la situación que nos preocupa.
Aprender a vivir sin miedo implica reconocer que el miedo existe, para así plantarle cara y demostrarle que desde nuestro costado racional somos capaces de elaborar la estrategia necesaria para que desaparezca junto con la situación que nos genera tanta preocupación.
Indaga en el autoconocimiento
Muchas veces el miedo es el resultado de creer que no seremos capaces de afrontar el peor de los escenarios posibles, cuando en realidad es todo lo contrario. Para evitar que los pensamientos catastróficos se apoderen de nosotros, necesitamos conocernos a nosotros mismos.
De esta forma, al conocer nuestras cualidades de resiliencia, valentía y, entre muchas otras, creatividad, ganaremos en seguridad y el miedo se irá diluyendo para únicamente aparecer cuando sea necesario, no para frenar nuestro progreso en la vida.
Refuerza tu autoestima
Una baja autoestima puede ser un gran detonante de miedos irracionales. Muchas son las razones que llevan a querernos poco a nosotros mismos, incluso algunas se han gestado a lo largo de nuestra crianza, por lo cual se encuentran muy arraigadas en nuestro interior.
No obstante, siempre podemos frenar esa corriente de pensamientos lapidarios y mirarnos al espejo. De esta forma, descubriremos que somos mucho más valiosos de lo que hasta ahora creíamos.
Una autoestima elevada es incompatible con los miedos irracionales. Así que trabajar en ella todos los días, te ayudará a desprenderte de los miedos que te impiden tomar los riesgos que son tan necesarios para avanzar.
Abraza el fracaso
Muchas veces nuestro miedo se deriva del pánico que tenemos a fracasar, cuando es precisamente el fracaso el que nos puede llevar a un éxito considerablemente más contundente y consolidado.
Si empiezas a ver al fracaso como lo que verdaderamente es: un gran maestro para darnos acceso a resultados mucho más favorables, entonces el miedo a fracasar se convertirá en un robustecimiento de nuestras emociones y de nuestra mente, con el fin de prepararnos para recibir a ese fracaso, porque es inevitable que llegue.
Nuestra misión es capitalizar el miedo a nuestro favor.
Establece límites y adhiérete a ellos
Cuando el miedo que sentimos es a la soledad, tendemos a permitir que nuestros límites se desdibujen con tal de no perder la aceptación y, en consecuencia, la compañía de las personas que forman parte de nuestra vida.
El problema es que esta es una decisión mucho más peligrosa que la soledad.
Es completamente preferible estar en tu propia compañía que en la de personas a las que no les importa vulnerar tus límites para sacar ventajas de tu debilidad. Aprende a establecer tus límites y no cedas a las presiones externas. Una autoestima bien trabajada será clave para que puedas lograr el objetivo de preferir tu propia compañía a la de personas que no les importa perjudicarte.
¿Por qué deberíamos vivir sin miedo?
Aprender a vivir sin miedo nos permitirá encontrar el equilibrio entre poder detectar los verdaderos peligros y convertir cualquier circunstancia a resolver en una amenaza a punto de devastar nuestra vida. Existen muchos beneficios de aprender a vivir sin miedo, entre los cuales destacamos la libertad.
Vivir con libertad es la clave para liberarnos del estrés, de la culpa y de los frenos que automáticamente nos ponemos a nosotros mismos para progresar en la vida.
Si el miedo ha tomado el control de tus emociones, podemos ayudarte a revertir esta situación. Contáctanos para que abordemos tu caso lo antes posible. Una nueva vida te espera. No la postergues.