Tomar decisiones
Estamos parados frente a la góndola de las mermeladas y escogemos la de melocotones en vez de la de ciruelas; entramos a una tienda y pedimos probarnos los zapatos marrones, no los negros, de determinado modelo; abrimos el refrigerador y decidimos preparar tortilla en vez de estofado… todo esto forma parte del universo de las decisiones que a diario tomamos para transitar por la vida.
Sin embargo, llega un día en el que debemos tomar una decisión importante, de esas que podrían cambiar el curso de nuestra vida. En estos casos, necesitamos ceñirnos a una guía, a una especie de manual, que desde la psicología te podemos brindar para ayudarte a aclarar tu mente y a actuar con sabiduría y sentido común.
¿Por qué es difícil tomar decisiones importantes?
La toma de decisiones importantes está envuelta en un halo de enrarecimiento porque implica elegir entre dos mundos opuestos: el emocional y el racional.
Por un lado, tenemos la carga emocional de aquello que podemos elegir, lo cual es algo que queremos, que nos hace sentir bien y nos regocija. Sin embargo, aparece la razón para argumentar en contra de aquello que tanta plenitud nos brinda. La voz de la consciencia no es sencilla de acallar, sino que habla sin cesar para convencernos de que estamos a punto de tomar una decisión errónea.
Es así que se produce la dicotomía sentimientos-razón para hacer que la decisión sea difícil de tomar.
En el medio de estas dos fuerzas que tiran hacia lados opuestos, nos encontramos nosotros, quienes tratamos de obrar bien, pero que también queremos satisfacer nuestra área emocional.
Lo que ocurre es que en toda decisión, hay algo que se pierde. Una de las opciones, la no elegida, desaparecerá de nuestra existencia y ya nada podremos hacer para recuperarla. Es precisamente de esta noción de pérdida que surge el miedo a decidir.
¿Hay una solución para eso?
Sí, por supuesto que la hay. A continuación te daremos a conocer los pasos a seguir cuando necesitas tomar una decisión que puede cambiar la forma en la que vives la vida.
Consejos para tomar buenas decisiones importantes de forma acertada
- Evalúa el asunto: aborda el problema o situación acerca del cual debes tomar una decisión, de forma cabal. Analízalo en su totalidad y, antes de avanzar, asegúrate de haber explorado cada uno de sus rincones ocultos. Permítete pensar en él y examinarlo durante unos días. Si no has descubierto nada nuevo en ese tiempo, es que hay algo que no estás pudiendo, o tal vez no estés queriendo, ver.
- Examina tu objetivo: lo primero a tomar en cuenta antes de dar cualquier paso hacia la resolución del asunto en cuestión, es evaluar los objetivos hacia los cuales te diriges. Cuando tienes que tomar una decisión importante, es porque hay algo a lo que das mucho valor que está en juego. Puedes ganar mucho, como también tienes la posibilidad de perder demasiado si algo sale mal. Por lo tanto, determina con precisión hacia dónde quieres ir y qué necesitas obtener de este proceso. Esto te ayudará a afinar tu criterio para tomar la mejor decisión.
- Enumera las alternativas: haz una lista con todos los caminos posibles a tomar.
- Analiza una a una las alternativas: ahora que las tienes en una lista por escrito, es hora de analizarlas una a una. Hazte una lista de preguntas previas, y en lo posible anota cada respuesta, que te permitan tener un panorama muy claro acerca de lo que podría ocurrir mediante cada una de ellas. Por ejemplo: ¿Qué resultado obtendría? ¿Qué perdería? ¿Qué ganaría? ¿A quién perjudicaría? ¿A quién beneficiaría? ¿Qué recursos necesitaría?
- Pide consejos a expertos: no se trata de dejarte influenciar por las opiniones de los demás, pero los consejos son como ojos extra que nos ayudan a ver los detalles, o incluso la situación desde una perspectiva mucho más amplia, que nos permitirán tener más información y conocimiento acerca del tema. Por ejemplo, si estamos pensando en comprar una casa para veranear y no nos podemos decidir entre una mucho más costosa, pero con piscina, y otra más en cuenta, pero sin ella y con un jardín pequeño, un experto en inmuebles nos podrá asesorar al respecto de las ventajas y desventajas de cada una de ellas.
- Pide consejos a tus allegados: ya tienes la opinión objetiva del experto, ahora es momento de recibir consejos con un poco más de “corazón” y sentimientos. Tener las dos versiones nos ayudará a encontrar un punto medio.
- Tómate un par de días para evaluar toda la información recibida: en definitiva, los protagonistas de la decisión y de sus resultados somos nosotros. De modo que ahora nos toca desglosar toda la información que nos han brindado, para aplicar nuestro criterio. Solo nosotros podremos saber de qué forma nos impactarán los diferentes posibles resultados. Tal vez lo que tengamos para perder no nos impacte de forma tan devastadora como alguien de afuera podría creerlo, o tal vez sea exactamente al revés.
- Haz una prueba: si tienes la posibilidad de hacer una prueba para ver cómo te iría si tomas la decisión que estás pensando, sería una gran ventaja a tu favor. Por ejemplo, si estás pensando mudarte de ciudad, sería una muy buena idea pasar unos días en ese lugar e intentar verlo con los ojos de sus habitantes en vez de evaluarlo como turista.
- Toma la decisión: el momento ha llegado; es hora de dar el gran paso y de optar por la opción que creemos es la adecuada.
¿Cómo saber si he tomado la decisión correcta?
La respuesta a esta pregunta es muy simple: no existen decisiones correctas o incorrectas propiamente dichas. Lo que es bueno para ti, puede ser fatal para otra persona, y viceversa. Por lo tanto, no podemos preguntarnos acerca de si la decisión fue la correcta o no, sino que debemos abordar el tema desde nuestra perspectiva: ¿Ha sido la decisión más acertada de acuerdo a los objetivos que perseguía?
Los resultados no se harán ver de inmediato. Una vez que tomas una decisión, comienzas a transitar por un nuevo camino. A medida que el tiempo pase, te irás dando cuenta de si lo que has decidido fue lo correcto o no. Si percibes que te acercas a tus objetivos cada día más, habrás tomado la decisión acertada. En cambio, si tus metas están más distantes que antes, es posible que no hayas acertado.
Sin embargo, la vida es un ir y venir; no hay ganadores ni perdedores en sí mismos, sino que hay situaciones en las que ganamos y otras en las que perdemos. Lo importante es ingeniárselas para extraer el aprendizaje de toda equivocación.
Si en esta oportunidad has decidido de forma desacertada, tómate el tiempo para identificar en dónde ha estado la falla. ¿Primó lo emocional antes que lo racional, aunque supieras de antemano que eso sería un error? ¿Le faltó corazón a tu decisión? ¿Realmente evaluaste todas tus posibilidades? ¿Te dejaste influenciar demasiado por los demás?
Cuando los errores sirven para pulir nuestra forma de actuar en para el futuro, son totalmente bienvenidos.
La consulta orientativa en el Centro Manuel Escudero
Tomar una decisión importante puede ser algo muy difícil y requiere, a veces, otra opinión.
La consulta orientativa esta dirigida a las personas que deseen tener una orientación profesional al tener que tomar una o más decisiones, o para lograr orientarse sobre una situación o cuestión en concreta.
La respuesta del especialista será de asesoramiento aportando su conocimiento técnico y experiencia, o puede ser terapéutica, dependerá de la situación que se presenta.
Durante una consulta de orientación pueden expresarse emociones, estados de ánimo o describirse situaciones comunes o más profundas (sobre temas familiares, laborales, sociales o personales).
El objetivo de este tipo de consultas es ayudar a la persona a ordenar sus ideas y sentimientos sobre la situación, y acercarse a la solución más acertada, dedicándole todo el tiempo necesario que requiere la situación.
En el Centro Manuel Escudero (Centro de psicologos Madrid, Arguelles) tiene un equipo de especialistas en psicología clínica y psicoterapia que ofrece orientación para solucionar problemas y establecer objetivos congruentes con los criterios y valores personales de la persona.