Cómo manejar conflictos en una relación de pareja
El conflicto es parte inherente de toda relación humana. Nadie escapa a él, por lo que en sí mismo no debería representar un problema en una buena relación, ni mucho menos una amenaza. Las cosas comienzan a complicarse cuando no se logra salir del estado de conflicto y este se vuelve el núcleo de la relación. En tales casos, la relación en sí se torna conflictiva, lo que podría poner a la pareja en peligro de ruptura.
La clave está en esforzarnos en cuidar la relación y uno del otro, no ser quisquillosos con los detalles y no obcecarnos en tener razón, ni en buscar reproches que pueden provocar heridas. Desarrollar habilidades para resolver los conflictos de pareja pueden ayudar a buscar soluciones satisfactorias para los dos.
A continuación te damos consejos muy útiles para que apliques si es que tu relación ha entrado en una zona de conflicto.
Consejos a seguir si tu pareja ha entrado en conflicto
- No recurras a las amenazas: ante la presencia del miedo, resulta muy sencillo amenazar a nuestra pareja con la separación para así sentir que tenemos el control. Esta actitud solo generará que la otra parte saque sus armas defensivas también y el conflicto se vuelva mucho más grave.
- Consejo: Lo que te recomendamos hacer es apelar a la negociación, a la generación de nuevos pactos y a proyectar un futuro en el que ambos puedan seguir de la mano. Puedes estar seguro de que tu fuerza se lucirá mucho más y será notoriamente más efectiva si la vuelcas a planificar un porvenir de armonía y felicidad que si la destinas a intentar solucionar el conflicto a fuerza de inculcar el miedo en tu pareja.
- Que tu calma sea inversamente proporcional al estado alterado de tu pareja: hay ocasiones en las que nuestra pareja comienza a salirse de control a medida que la discusión avanza. Resulta una tendencia natural intentar, incluso de manera inconsciente, imitar su comportamiento. Ante esta situación, lo más factible es que lo que comenzó como una conversación seria, pasó al escalón de la discusión para terminar en una pelea.
- Consejo: Sabiendo esto, lo más sensato que puedes hacer es bajar tu tono y tu energía a medida que los de tu pareja se incrementan. Es probable que ese día no resuelvan nada de todos modos, pero estarán dejando la puerta abierta para continuar en otro momento antes de que las cosas lleguen a un punto de no retorno.
- No te apresures: venimos con la costumbre de que en el trabajo las soluciones deben ser para ayer, a lo cual le sumamos la inmediatez a la que la tecnología nos habilita en el ámbito de la comunicación. El resultado es querer solucionar todo ahora.
- Consejo: Sin embargo, no todos los momentos son los ideales para comenzar una conversación en la que nos estamos jugando el futuro de la pareja. Por lo tanto, no debemos tener miedo a postergar ese momento tan crucial para cuando el ánimo de ambos esté puesto en el conflicto y que sepamos que no seremos interrumpidos.
- Dar un paso atrás y pedir perdón: no es de extrañar que las cosas hayan llegado a un punto peligroso, casi de no retorno, por el simple hecho de no haber sabido disculparnos. A veces el orgullo forma una coraza a nuestro alrededor y nos hace creer que tenemos la razón. De esta forma, nos convencemos de que todo lo que hemos hecho es correcto e intentamos decirnos a nosotros mismos que es nuestra pareja quién está equivocada. Sin embargo, no estamos libres de haber cometido un error.
- Consejo: El primer paso para solucionarlo es reconocerlo, el segundo es animarnos a pedir perdón. Nos hará muy bien a nosotros y, por supuesto, le dará a la pareja una segunda oportunidad.
- No juzgues: tu pareja tiene necesidades, expectativas, temores y anhelos. Si quieres seguir formando parte de su vida, es fundamental que empatices con la persona que amas. Esto significa no juzgarla ni ironizar acerca de lo que espera, sino mostrar nuestro grado de comprensión al respecto. Partiendo de la base de que entiendes su postura, podrás lograr acercarte y generar el ánimo propicio para comenzar a conversar.
- Di lo que esperas, sé específico: cuando llegue el momento de expresar lo que quieres de la relación y de la otra persona, evitar caer en generalidades te ahorrará gran parte del camino. Expresa, sin ironías ni sarcasmo, lo que esperas que la otra persona haga para que juntos puedan llegar a un determinado resultado.
Bases de una buena relación
Entrar en un conflicto es mucho más fácil que salir de él. Las diferentes perspectivas que tenemos del mundo, hacen que un roce se transforme en una brecha si no sabemos tolerar y empatizar con el otro. Las buenas noticias son que podemos salir de esta situación empleando las cualidades de relacionamiento interpersonal que te hemos compartido. Inténtalas, los resultados no se harán esperar.
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