Pueden pasar muchas cosas en un año. Quizás conocemos a personas interesantes, encontramos el amor verdadero o lo perdimos …
Por lo tanto, antes de comenzar un nuevo año y plantearnos los típicos propósitos de Año Nuevo, es bueno reflexionar sobre lo que hemos experimentado durante el año anterior:
- ¿Hemos aprendido cosas nuevas?
- ¿Qué hemos logrado?
- ¿Qué nos ha fallado?
- ¿Qué preferiremos ver de forma diferente?
Después de detenernos en esta reflexión, nos preparamos para comenzar un nuevo año.
Quien quiera alcanzar un propósito distante tiene que dar pequeños pasos.
– Helmut Schmidt –
Planificar para el año que viene
Al inicio del año, suele ser habitual que se nos llene la cabeza con un montón de propósitos y buenas intenciones para el año venidero.
También sabemos que muchos de estos nuevos propósitos no van a ser realizados, porque piden ajustes enormes en los hábitos diarios, y cambiar nuestros hábitos necesita mucha voluntad.
Según un estudio del psicólogo Richard Wiseman, el 88% de las personas acabarán el año sin cumplir los propósitos que se plantearon al principio de nuevo año. Desde Centro Manuel Escudero vamos a dar una serie de consejos de como podemos hacer para que el 2018 sea el año en que logremos nuestros propósitos y formemos parte de ese privilegiado 12%.
8 pasos para alcanzar nuestros propósitos de Año Nuevo– nuestro plan
1.- Planifica. Establece objetivos
En primer lugar, debemos planificar nuestros propósitos. Es bueno ilusionarse con aquello que llevamos tiempo queriendo lograr (ir al gimnasio, dejar de fumar, perder peso…) pero debemos ser consecuentes con nuestras posibilidades reales.
Es decir, el objetivo debe suponer un reto, pero que sea alcanzable. También debemos tratar que el objetivo sea lo más cuantificable posible, y si es abstracto tratar de darle forma en acciones o pasos concretos. Si p.ej. nos fijamos el ser mejor persona, buscaremos tareas concretas que nos lleven a ello, como ver más a menudo a mis padres, colaborar en alguna ONG o discutir menos con mi pareja.
Debemos ser también modestos en la fijación de objetivos, no intentar muchas cosas a la vez, y centrarnos en lograr principalmente uno.
Además, si conseguimos alcanzar con éxito ese objetivo en el 2018, ¿verdad que nos sentiremos con mayor confianza para afrontar nuevos retos en los años posteriores?
2.- Crea pasos intermedios
Detrás de un gran objetivo (perder 12kg en el 2018), debemos fijarnos objetivos mensuales (perder 3 kg) y así nos resultará más fácil darle continuidad y sentir la gratificación de irlo logrando.
En cualquier caso, pero sobre todo si el objetivo conlleva varios pasos, es aconsejable dejarlo por escrito y si es posible en lugar visible (p.ej. en la puerta del frigorífico), y así cuando vayamos logrando pasos lo señalaremos en el papel.
3.- Comparte tus propósitos
Haz públicos tus propósitos con las personas de tu alrededor. Ellos te animaran y ayudaran en momentos bajos y serán un incentivo añadido cuando vayamos progresando hacia nuestro objetivo.
Por supuesto, hablamos de personas que nos aprecian y que demuestren que les importamos, evitaremos personas tóxicas que solo nos van a desanimar y quitar mérito cuando alcancemos nuestros logros.
4.- !Comienza!
En estos casos lo más complicado suele ser el primer paso. Vamos a por ello y sin excusas. Apóyate en ese cambio de año, en esas primeras horas o días del 2018 para empezar ese proyecto.
5.- !Disfruta del camino!
Es importante que apreciemos el esfuerzo que estemos realizando y que seamos constantes hasta por lo menos visualizar algún progreso.
De nada va a servir, si nos vamos a tomar el propósito como una tortura y un constante sufrimiento, esto nos llevaría irrevocablemente al fracaso.
Según el estudio de Wiseman, tienden al éxito aquellos que se centran en disfrutar y en ver los efectos positivos que conseguiremos al alcanzar los objetivos; siendo los que tienen una “actitud fatalista” los que tienen un índice muy bajo de consecución de sus propósitos.
6.- Conviértelo en parte de tu rutina
Tal vez, este es el punto clave. Si conseguimos verle el lado positivo, y llevarlo de la mejor manera e incluso automatizarlo, estaremos en el camino de lograrlo.
Por ejemplo, el ir al gimnasio, que los primeros días te sentirás como un bicho raro, que no tienes la ropa adecuada, que no sabes ni que hay que hacer…; cuando pasado un par de semanas consigues incluirlo en tu rutina del día a día, ya tendrás mucho avanzado para lograr tu propósito de perder peso. Es decir, debemos convertirlo en un hábito y una vez que entramos en una espiral positiva, ¡el resto va por sí solo!
7.- No te desanimes en la primera dificultad
Por muy bien que planifiquemos, siempre nos van a surgir dificultades no previstas. Este momento será clave, y aquellas personas que lo encaren de manera positiva y lo tomen como aprendizaje seguirán adelante. Si en cambio, la actitud es negativa y nos apoyamos en ello como prueba de que no lo vamos a conseguir estaremos abocados al fracaso.
8.- Recompénsate
Valora y prémiate en cada paso que avances hacia el objetivo. Saborea el triunfo de lograrlo y compártelo con las personas de tu alrededor. Sin duda, en ese momento te sentirás preparado para añadir futuros propósitos para el 2019.