Una relación tóxica es aquella en la que una o ambas personas involucradas experimentan emociones y comportamientos negativos de manera recurrente y constante. Cómo son relaciones poco saludables, suelen ser inestables y pueden causar daños emocionales, psicológicos y en algunas ocasiones pueden ser la base de violencia física.
Es importante reconocer las características de una relación tóxica para poder tomar medidas y buscar ayuda si es necesario.
Características de las relaciones tóxicas
Las relaciones tóxicas pueden tener diferentes formas y manifestaciones, pero si detectamos algunos de las siguientes características o comportamientos dañinos y la situación conflictiva suele ser frecuente, algo no esta funcionado bien en la relación.
Algunas de las características más comunes que pueden indicar que la relación es tóxica son:
- La falta de respeto mutuo hacia el otro. Puede incluir insultos, desprecio o burlas constantes.
- Celos.
- Control excesivo. En el caso de que una persona trata de controlar la vida de la otra… con quien esta, cuanto tiempo ha estado fuera, como viste, etc.
- Manipulación para influenciar a la otra persona. Puede hacerla sentir culpable sin motivo.
- Violencia emocional o física
- Mala comunicación entre ambas personas.
Tipos de Relaciones Tóxicas
En este artículo hablamos de las “relaciones disfuncionales” que suelen extenderse en el tiempo. Esas relaciones dañinas se pueden agrupar en diferentes tipos.
En primer lugar, hay tipos de relaciones que pueden surgir en ámbitos diferentes, ya sea en relaciones de pareja, amistades, familiares, o también en el entorno laboral.
Después podemos clasificar las relaciones tóxicas en diferentes tipos, y los tipos más comunes son:
- Relaciones codependientes: es una relación que se caracteriza por la dependencia emocional mutua. Las personas buscan constantemente la aprobación y la validación de la otra. Una persona puede sacrificarse a si misma para satisfacer las necesidades de la otra persona. También pueden sentir que es imposible de vivir sin su pareja o compañero.
- Relaciones emocionalmente abusivas: basadas en manipulaciones, la culpa, la intimidación, el control…
- Relaciones narcisistas: una persona busca constantemente la atención de la otra persona de forma egocéntrica. Es insensible para las necesidades de su pareja.
- Relaciones paranoides, suelen ser con personas celosas y posesivas. La persona puede sentir celos o sospechar de la lealtad de su pareja, lo que puede llevar al control constante.
- Relaciones abusivas: se puede utilizar la violencia física o psicólogica para intimidar la pareja.
Las relaciones saludables no pueden incluir comportamientos abusivos. Algunas de esas relaciones disfuncionales nombradas tienen su raíz en los rasgos de personalidad.
¿Por qué algunas personas se sienten atraídas por ellas?
No hay una sola respuesta a esta pregunta, ya que muchas variables pueden influir en por qué algunas personas o ciertos tipos de personalidad son más vulnerables a involucrarse en relaciones tóxicas.
Podemos destacar algunos factores que podrían contribuir a esta vulnerabilidad, como, por ejemplo:
- Una baja autoestima: en este caso se puede tener dificultades para establecer límites saludables o tener conversaciones asertivas. Una persona con la autoestima baja puede aceptar con más facilidad un comportamiento dañino.
- Muy vulnerables son las personas con un rasgo de dependencia emocional. No suelen tener la capacidad de dejar la relación y la otra persona puede abusar de ese rasgo.
- Inseguridad, por la inseguridad pueden tolerar un comportamiento de otra persona no adecuado.
- Apego emocional patológico: Una relacion tóxica puede estar llena de altibajos y esto puede crear para algunas personas un tipo de adicción emocional.
- Patrones de conducta aprendidos: una persona que ha crecido en un hogar donde las relaciones abusivas o poco sanas eran comunes, puede aceptar con más facilidad una relación emocionalmente no saludable.
Por esa razón, es importante poder reconocer los patrones y establecer límites saludables en las relaciones con este tipo de caracteristicas. En algunas ocasiones es importante buscar ayuda profesional para aprender a gestionar la relación para que no provoque daños emocionales.
¿Cuales son las características de una persona tóxica?
Las personas con tendencia a tener relaciones tóxicas pueden presentar una variedad de comportamientos y rasgos de personalidad que pueden ser dañinos para quienes los rodean.
Suelen generar sentimientos negativos o provocar sensaciones emocionales desagradables en los demás. Al inicio pueden perecer personas encantadoras, pero al conocerlas mejor, pronto nos damos cuenta de que tienen un comportamiento que suele generar malestar, por sus habilidades de manipulación o por su comportamiento controlador.
Pero ¿qué características tiene una persona tóxica?
Algunas de los rasgos tóxicos incluyen:
- La falta de empatía: No tiene la capacidad de simpatizar o de entender los sentimientos de los demás.
- Ser controlador: Quiere tener el control de las situaciones y de las personas a su alrededor (¿Adónde vas?, ¿Quién te ha llamado?, …)
- El rasgo narcisista: Suele despreciar a los demás, no hay nadie mejor que ellos.
- Juzgar continuamente: comentarios de desprecio o negativos.
- Manipulador: es un rasgo que no siempre es fácil de percibir. Pero de alguna manera notamos algo que deja sentirnos cómodo, siempre salen con lo suyo.
- Falsedad o hipocresía.
- Celos y envidia.
- Agresividad de forma verbal: sin respecto puede intimidar o despreciar.
Hay que tener en cuenta que una persona puede presentar uno o más de esos rasgos y con diferentes niveles de intensidad. Es importante saber si somos capaces de gestionar el comportamiento, poniendo límites saludables para proteger nuestro bienestar emocional. Sino somos capaces de neutralizar la mala conducta de la otra persona, puede ser necesario buscar apoyo o orientación de un psicólogo.
¿Cómo salir de las relaciones tóxicas?
En el caso que no somos capaces de gestionar el comportamiento de la otra persona, hay que valorar seriamente en finalizar la relación tóxica para que no nos deja marcada emocionalmente.
Poner fin a la relación suele ser una decisión difícil, que nos puede traer muchas dudas. ¿Hacemos bien o mal? Hay que tener en mente que la vida es muy larga para tener un mal acompañante a nuestro lado.
Es posible, que de repente, llegamos a la conclusión que así no se puede seguir y llega el momento de salir de la relación con las ideas claras. Algunos pasos que pueden ayudar a poner fin a la relación son:
- Hay que reconocer que la relación es tóxica: antes de poder tomar medidas es importante reconocer que la relación es dañina y que no se puede seguir así.
- Buscar apoyo: hablar con amigos, familiares o un profesional. Un psicólogo puede proporcionar su apoyo de manera neutral y basado en sus conocimientos en tiempos difíciles. Ofrece ayuda práctica para planificar el proceso de separación.
- Es importante establecer límites claros y comunicarlos de manera firme. La consecuencia de nuestra decisión es limitar el contacto, no responder a la manipulación de la otra persona (culpa, pena…) y establecer tiempos de separación.
- En el caso que la persona tiene una actitud peligrosa, hay que tener un lugar seguro donde ir y notificar a familiares o amigos de la situación. También es recomendable buscar ayuda profesional.
- Muy importante, es cuidar de uno mismo. El proceso puede ser emocionalmente agotador. Hay que mimarse mucho para tener fuerzas. Esto puedo incluir vestir bien, hacer ejercicio, comer bien, dormir lo suficiente y participar en actividades que aportan alegría.
Recuerde que buscar apoyo y hacer un plan cuidadoso para seguir adelante con fuerzas y facilitar la transición hacia una vida más saludable y positiva, en ocasiones, puede ayudar a garantizar la seguridad.
¿Cómo evitar volver a caer en este tipo de relación?
Algunas personas tienden a entablar amistades con personas con el mismo patrón de comportamiento al los que se han visto involucrados en relaciones anteriores.
No es fácil en darse cuenta de esto.
Aquí te presento algunos consejos que podrían ayudarte a evitar caer de nuevo en una relación tóxica:
- Conócete a ti mismo: es importante entender cuáles son tus necesidades, límites y valores en una relación. Cuando tengas claro lo que quieres y no quieres en una relación, estarás mejor equipado para identificar cualquier situación tóxica antes de que se convierta en un problema.
- Identifica los signos de una relación tóxica: aprende a reconocer los patrones de comportamiento tóxicos en una relación, como la manipulación, el control, la violencia, la falta de respeto, la deshonestidad, entre otros. Si los detectas, trata de alejarte de la situación.
- Establece límites claros: una vez que sepas lo que quieres y no quieres en una relación, comunica tus límites de manera clara y firme. Esto te ayudará a protegerte y evitar situaciones tóxicas.
- Mantén tu independencia: es importante tener tus propios intereses, amistades, pasatiempos y proyectos fuera de la relación. Esto te ayudará a mantener una identidad individual y a no depender emocionalmente de tu pareja.
- No ignores las señales rojas: si algo te hace sentir incómodo o inseguro en una relación, no lo ignores. Habla con tu pareja y trata de resolver los problemas de manera constructiva. Si no es posible, considera la posibilidad de terminar la relación.
- Busca ayuda profesional si lo necesitas: si has estado en relaciones tóxicas en el pasado y tienes dificultades para establecer relaciones saludables, considera buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a identificar patrones de comportamiento negativos y a desarrollar habilidades para establecer relaciones más saludables en el futuro.
Recuerda que el amor debe ser una fuente de apoyo, felicidad y crecimiento mutuo. Si te encuentras en una relación tóxica, busca ayuda y toma medidas para protegerte y establecer límites saludables.
¿Cómo puede la terapia ayudar a superarla?
La terapia puede ser muy útil para ayudar a superar una relación tóxica, ya que puede proporcionar una perspectiva externa y un espacio seguro para explorar y procesar tus emociones y pensamientos.