Sentir ansiedad es algo que nos pasa en un momento dado a todos. Pero en determinados casos, la ansiedad es un trastorno que le cambia la vida a quienes lo padecen, y no precisamente para bien. Desde síntomas físicos que podrían derivar en enfermedades somáticas hasta graves consecuencias en la psicología de la persona, con la ansiedad siempre estaremos del lado perdedor. Afortunadamente, existe un tratamiento específico para cada tipo de ansiedad y es posible en aprender a manejar la ansiedad con la terapia adecuada.
¿Cuáles son los tipos de ansiedad más comunes y cómo puedes tratarlos?
A continuación, te detallamos los tipos de ansiedad de más habitual incidencia en la sociedad actual. Cada uno de ellos requiere de una terapia psicológica en particular, la cual puede variar de acuerdo con la intensidad con la que se manifieste la ansiedad en cuestión. Son los siguientes:
Ansiedad social
La ansiedad social o fobia social forma parte del grupo de los trastornos de ansiedad. Al contrario de una persona tímida, una persona con ansiedad social sabe cómo actuar en entornos sociales, pero sufre una ansiedad incomoda que cursa con casi todos sus síntomas.
La ansiedad social se caracteriza por la experimentación de un temor extremo a ser juzgado por los otros. Dicho miedo se desprende de una profunda inseguridad en uno mismo para afrontar las situaciones sociales cotidianas de las que se compone nuestra vida.
La mera idea de que otros te observen puede llevarte a manifestaciones físicas tan drásticas como la sudoración y los temblores. Para hablar de ansiedad social, el temor debe haberse experimentado al menos durante seis meses de forma ininterrumpida.
Ansiedad con rasgos depresivos
Solemos creer que la ansiedad y la depresión son trastornos opuestos. Es verdad que sus síntomas más remarcables se manifiestan en aristas con direcciones contrarias entre sí, no obstante, cuando uno de estos trastornos se instala en la persona durante un tiempo prolongado, es posible que el otro aparezca para equilibrar la balanza.
Cuando ambos trastornos se presentan de forma simultánea, la persona no solo se siente agobiada por los síntomas que tironean su estado de ánimo hacia el extremo del nerviosismo y de la desidia total en un breve período de tiempo, sino que también experimenta confusión mental debido, precisamente, a los efectos antagónicos de ambas clases de síntomas.
Se recibe el diagnóstico de ansiedad con rasgos depresivos cuando ambos trastornos se manifiestan en partes iguales.
Trastorno del pánico
Este trastorno se caracteriza por la irrupción repentina e injustificada de un sentimiento de miedo abrumador, el cual dura algunos minutos y trae consigo una serie de síntomas inconfundibles, tales como las taquicardias, la sudoración, el embotamiento mental y la sensación de ahogo debido a la hiperventilación en la que se incurre.
Las personas que lo padecen son testigos de cómo, poco a poco, su calidad de vida disminuye, puesto que el trastorno se manifiesta en cualquier momento o contexto, lo que lleva a que se traten de evitar situaciones sociales en las que temen que pueda aparecer.
Es así como muchas personas que lo sufren deciden reducir su vida social, dejan de estudiar y hasta llegan a renunciar a su trabajo.
Trastorno de Ansiedad generalizada
Si has estado experimentando una fuerte sensación de ansiedad y preocupación acerca de eventos que tendrán lugar en el futuro y que persisten en el tiempo, es muy probable que padezcas del trastorno de ansiedad generalizada.
Una de las claves para detectarla es mediante la evaluación del grado de ansiedad, de no tener la capacidad de controlar los pensamientos persistentes o de preocupación, con respecto a la situación que la genera; si existe una evidente desproporción entre ambos, se trata del trastorno de ansiedad generalizada.
Dado que el origen de este trastorno se encuentra en presentar rasgos obsesivos de la personalidad, y en muchos casos es hereditaria, es muy importante acudir a un profesional para tratarla, ya que no desaparecerá solo porque tengamos la voluntad de erradicarla.
Agorafobia
Consiste en la aparición de ansiedad y de miedo a ser parte de una serie de situaciones de las cuales nos resulte imposible escapar cuando estamos en lugares concurridos por grandes multitudes.
Cuando este miedo se ha naturalizado en ti, hasta el punto de que eres capaz de anticiparlo antes de concurrir al lugar al cual has sido convocado, es muy habitual que te autoconfines en tu hogar para evitar la sensación desesperante que la ansiedad te produce.
Por lo tanto, estamos hablando de una fobia incapacitante, la cual debes tratar para recuperar tu vida social y para evitar seguir escondiéndote del mundo exterior.
Ansiedad por separación
Consiste en el miedo de verse apartado o de perder a la persona que representa la figura de apego. En algunos casos, el temor no se limita a verse separado de una persona, sino también de un lugar o de una mascota.
La persistencia de este tipo de ansiedad puede derivar en relaciones tóxicas debido a la dependencia emocional que genera.
¿Cómo tratar la ansiedad según su clase e intensidad?
Veamos ahora el tipo de terapia más recomendado para cada uno de estos trastornos:
Ansiedad social
Con la terapia cognitivo conductual podrás aprender a detectar los errores de pensamiento y desarrollar diferentes formas de pensar, lo cual te llevará a elaborar esquemas de comportamiento favorables para evitar la ansiedad ante la presencia de los demás.
Por otra parte, es posible, para tratar la ansiedad social, que necesites la terapia de desensibilización sistemática, gracias a la cual tú mismo te darás cuenta de que eres capaz de confrontar los temores que te acechan y que saldrás victorioso del intento.
Ansiedad con rasgos depresivos
Existen dos terapias para tratar a este tipo de ansiedad: la terapia cognitivo conductual y la psicoeducación. Con la primera reformularás tu conducta a través de un nuevo esquema de pensamiento, mientras que con la segunda comprenderás de manera global por qué te ocurre lo que te ocurre y, en algunos casos, es recomendable tomar medicación.
Trastorno de pánico
Con la terapia cognitivo conductual podrás timonear tus pensamientos de forma tal que los síntomas del pánico mermen hasta desaparecer.
Ansiedad generalizada
La terapia conversacional ha demostrado ser un excelente método para reducir los síntomas, dado que la conversación con tu terapeuta te ayudará a comprender aquello a lo que hoy no puedes darle forma en tu mente. No obstante, la más efectiva de todas es la terapia cognitivo conductual, en especial cuando la ansiedad lleva contigo más tiempo del conveniente.
Agorafobia
Con la terapia cognitivo conductual te ofrece resultados drásticos a corto plazo, ya que te enseña las habilidades específicas que te permitirán hacerte más resistente a la ansiedad, con lo cual los síntomas se irán desvaneciendo.
Ansiedad por separación
La terapia cognitivo conductual es el tratamiento más eficaz para este tipo de ansiedad, ya que su objetivo es guiarte para que identifiques cuáles son tus pensamientos y comportamiento que te conducen al empeoramiento de los síntomas de la ansiedad por separación. Una vez los conozcas, tu terapeuta te enseñará a controlarlos para que no te impidan llevar una vida sana y normal.
Si la ansiedad está haciendo estragos en tu vida, no le permitas avanzar ni un paso más. Contáctanos para que conversemos acerca de tu caso y te brindemos una evaluación profesional y certera, la cual es el primer paso hacia la erradicación de este trastorno psicológico tan destructivo.
Buenos días,
Me gustaría saber si trabajan con sociedades o es privado.
Muchas gracias.
Hola Marta, nuestro centro es privado. Un saludo