Los valores son principios o creencias que una persona o una sociedad considera importantes y que guían su comportamiento y decisiones. Suelen ser las reglas por las que regimos nuestras vidas.
Es importante saber que la formación de estos valores no es más que un proceso de aprendizaje de conductas morales condicionados por los padres, la educación, la cultura, la religión y la sociedad, a veces apoyados por mecanismos de recompensa y castigo, que actúan como reforzadores de nuestras conductas.
Los valores pueden ser éticos, morales, religiosos, políticos, estéticos, económicos o sociales, entre otros. Algunos ejemplos de valores comunes incluyen la honestidad, la justicia, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la responsabilidad, el respeto y la tolerancia. Pueden variar entre las personas y las sociedades, y evolucionar con el tiempo y los cambios sociales.
La importancia de los valores sanos en la salud mental
Los valores son fundamentales para la salud mental ya que nos proporcionan un marco de referencia para comprender nuestras experiencias y para tomar decisiones que sean coherentes con nuestra identidad y nuestras metas personales. Los valores pueden ayudarnos a encontrar un sentido de propósito y significado en la vida, lo que puede ser especialmente importante en tiempos de estrés y adversidad.
La fuerza de nuestros valores depende de lo convencidos que estemos que son la única verdad. Pero hay que tener cuidado y siempre ser críticos con ellos, ya que nuestros valores pueden ser esquemas sanos o no sanos.
Los “valores sanos” son aquellos que:
- Son flexibles, permiten excepciones o su cambio total o parcial, sin que el sujeto se siente mal.
- Se poseen más que se interiorizan. Son valores reflexionados y conscientes que se adoptan voluntariamente.
- Son realistas.
- Están basados en experiencias propias.
- Fomentan la vida, reconocen necesidades y sentimientos. Las reglas de vida deben enriquecer y flexibilizar a la persona.
Los «valores insanos» son aquellos que:
- Producen alteración (ansiedad, ira, dolor emocional).
- Son rígidos, no hay excepciones, ni grados intermedios.
- Se introyectan y se aceptan sin cuestionar.
- No son realistas.
- Exigen actuar por principios, independientemente del daño que producen a la persona.
- Restringen la vida, ignoran necesidades y sentimientos.
Utilizamos estos esquemas de pensamiento o conductas “morales”, basados en procesos emocionales y no racionales, para interpretar el mundo “evaluando” de forma automática y constante cualquier situación.
La importancia de alinear los valores con las metas personales
La falta de valores claros puede contribuir a la confusión, la ansiedad y la falta de dirección en la vida, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y la adicción. Por otro lado, tener valores claros y vivir de acuerdo con ellos, puede ayudarnos a mantener una sensación de bienestar emocional y a enfrentar los desafíos de la vida con mayor resiliencia.
Los valores son los principios fundamentales que guían tus decisiones y acciones, y si tus metas no están alineadas con tus valores, puedes encontrarte en situaciones en las que te sientas incómodo, insatisfecho o en conflicto contigo mismo.
Cuando tus metas están alineadas con tus valores, es más probable que te sientas conectado con tu propósito de vida y que tengas una sensación de bienestar emocional y satisfacción personal, y también puede ayudarte a establecer objetivos más realistas y significativos.
Valores básicos
- Honestidad: la honestidad nos da una base sólida para tomar decisiones informadas y tomar medidas con integridad y ética. Se refiere a la importancia de ser sincero y veraz en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. La honestidad nos ayuda a construir relaciones basadas en la confianza, la integridad y la transparencia.
- Responsabilidad: al asumir la responsabilidad de nuestras acciones, demostramos nuestra capacidad para ser líderes en nuestras vidas y tomar medidas proactivas para alcanzar nuestros objetivos. Se trata de aceptar las consecuencias de nuestros actos y de tomar medidas para remediar cualquier daño que hayamos causado. La responsabilidad también implica ser consciente de nuestras obligaciones y compromisos y cumplir con ellos de manera diligente.
- Respeto:el respeto implica valorar la dignidad, las opiniones y los derechos de las demás personas, así como también respetar nuestras propias necesidades y limitaciones.
Valores sociales
- Empatía: la empatía implica ponerse en los zapatos de los demás y ver el mundo desde su perspectiva, lo que puede ayudarnos a entender mejor los necesidades y preocupaciones de otras personas. Es importante escuchar activamente a los demás y estar abiertos a entender sus perspectivas y preocupaciones.
- Solidaridad:la solidaridad es la disposición de las personas para apoyar a los demás en situaciones difíciles.
- Tolerancia:la tolerancia es la capacidad de aceptar diferencias culturales, religiosas, étnicas, de género y de opinión de los demás, sin juzgarlas.Es un valor esencial para construir sociedades pacíficas y armoniosas, basadas en el respeto y la aceptación de las diferencias culturales, étnicas y religiosas.
Valores personales
- Autenticidad: con la autenticidad se refiere a la capacidad de una persona para ser fiel a sí misma, a sus sentimientos, pensamientos y comportamientos, sin pretender ser alguien que no es o ajustarse a las expectativas de los demás. Para desarrollar la autenticidad, es importante aprender a reconocer y expresar los propios sentimientos y necesidades, sin juzgarse a uno mismo ni preocuparse por las opiniones de los demás.
Cómo desarrollar los valores
Los valores se desarrollan a lo largo de la vida y a través de experiencias y aprendizajes, tanto personales como sociales y culturales.
A continuación, te presento algunas formas en las que puedes desarrollar tus valores:
- Reflexión personal: Dedica tiempo a reflexionar sobre tus experiencias y pensamientos y considera qué valores son importantes para ti y por qué.
- Modelamiento de los valores: Busca personas en tu vida que representen valores que deseas desarrollar y aprende de ellos. Observa cómo aplican estos valores en su vida cotidiana y en sus decisiones.
- Lectura y educación: Aprende sobre diferentes valores y principios éticos a través de la lectura de libros, artículos y ensayos.
- Experiencias prácticas: Participa en experiencias que te permitan aplicar tus valores en la práctica.
Técnicas para desarrollar valores
Existen varias técnicas que puedes utilizar para desarrollar tus valores:
- Visualización: Utiliza la técnica de la visualización para imaginarte en situaciones específicas en las que te gustaría demostrar tus valores y piensa en cómo lo harías.
- Diario de valores: Lleva un diario en el que registres tus pensamientos y reflexiones sobre tus valores y cómo los aplicas en tu vida diaria, te ayudará a mantener tus valores en mente y a seguir trabajando en ellos.
- Rol playing: Practica el «rol playing» en situaciones que te permitan demostrar tus valores.
- Conversaciones significativas: Busca personas en tu vida que compartan tus valores y mantén conversaciones significativas con ellas. Habla sobre tus valores y cómo los aplicas en tu vida y escucha sus experiencias y perspectivas. Estas conversaciones pueden ayudarte a mantener tus valores en mente y a fortalecer tus convicciones.
- Feedback de valores: Pide feedback a personas cercanas a ti sobre cómo perciben tus acciones en relación con tus valores, te ayudará a tener una idea más clara de cómo estás aplicando tus valores y cómo puedes mejorar.
Durante la psicoterapia, el psicólogo puede ayudar en el desarrollo de los valores a través de la reflexión y el autoconocimiento, la identificación de valores, la enseñanza de técnicas y herramientas.